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viernes, 29 de marzo de 2013

Mi entrada

Mi entrada:



Estaba yo pensando en entradas, entradas, entradas, entradas, he visto un calvo y le he dicho entra que tú estás abonado.












Álvaro G.

AVITAERC ADARTNE

AVITAERC ADARTNE:

: A ODIBED , SEROJEM SAL ERTNE ADIGELE ÉTSE EUQ ELBISOP SE ADARTNE ATSE


.AVITAERC SE -1


.OCOP NU RASNEP ÁRAH SO -2


.SÁMED SAL A ETNEREFID SE -3


Si quieres leer esta entrada, coge un espejo, si es triple mejor, enfoca a la pantalla y verás las frases ordenadas.


Álvaro G.





¿Cómo les irá la vida?

¿Cómo les irá la vida?:

El otro día iba yo en el metro tan tranquilo, cuando empecé a pensar algo que nunca antes había pensado, ¿cómo le iría la vida a la gente que tenía alrededor de mí?

A mi derecha tenía a un mendigo, pensé este pobre hombre debe de ser de los que se pone en las puertas de las iglesias a pedir dinero para poder comer algo al final del día. ¿Será más feliz que yo?


A mi izquierda tenía a una persona de chaqueta y corbata, tenía pinta de ganar bastante dinero, y que en cuanto lo económico no tenía ningún problema, pero su cara transmitía algo de tristeza. Eso podía significar que en cuanto a lo familiar no le iba tan bien, podía estar divorciado o estar solo en la vida. No sé, me dió un poco de pena.

En frente tenía un anciano, bien vestido, que por lo que se podía ver ya no trabajaba porque estaba jubilado, y seguramente le había ido bien. Se podía observar a un anciano de mirada contenta. Pensé que tenía una muy buena familia con hijos y nietos, los cuales alegran la vida.


Por último al final del vagón observé una pareja joven, a los cuales se les veía muy contentos y parecía que llevaban muchos años juntos. La verdad es que tenían pinta de que se iban a casar pronto.

Todas estas novelas me las hice yo en mi media hora de trayecto de tren, no sé si tendrían que ver algo con la realidad, porque en cada persona hay un misterio.





Álvaro G.

No se volverá a repetir

No se volverá a repetir:

Era una mañana fría de invierno, a mediados de enero. Nos levantamos al alba, el día de caza pintaba muy bien. Como es costumbre en mi familia, desayunamos pronto y sobre las siete de la mañana salimos hacia Ciudad Real, lugar en el cual se iba a llevar a cabo la montería a la cual acudimos.

Llegamos al lugar y como es costumbre en estas monterías se sirvió a los cazadores un gran plato de migas con huevos fritos (estaba riquísimo todo), mientras que se realizaba el sorteo de los puestos.

Nos tocó un puesto cerrado. Nos preparamos tranquilamente, sacamos el rifle, charlamos un poco mi padre y yo del puesto que nos había tocado, y después de eso nos callamos para poder oír todo tipo de sonido sospechoso.

Empecé yo con el rifle, porque mi padre había matado en la montería anterior y me había dejado probar fortuna en ésta. La jornada siguió su curso y una hora antes de que acabase la montería, me entró un jabalí enorme, yo lo apunté y cuando estuvo en el punto de mira apreté el gatillo y el animal cayó ''muerto'' en el sitio. Yo no me lo creía y quería ir a verlo a toda costa pero mi padre no me dejó, porque todavía quedaba una hora más.

La montería terminó así. Fuimos a marcar el animal, ya sin rifle ni nada, y cuando estábamos a menos de 10 metros el animal se levantó y echó a correr. Yo le intenté seguir pero fue inútil, el animal era mucho más rápido que yo.

Yo no me lo podía creer, pero de esta situación saqué una conclusión, "nunca des por muerto un animal hasta que no le tengas en tu poder". Y a partir de ese día siempre voy con el rifle en la mano cuando voy a recoger los animales muertos.

Álvaro G.

domingo, 17 de febrero de 2013

Un gran invento

Un gran invento:


Ayer, cuando D. Jesús nos dijo que pensáramos temas sobre los que hacer una entrada me pregunté ¿Por qué no hacer una entrada sobre las tizas? Sí, habéis leído bien. Las tizas, esos dichosos trozos blancos de esa sustancia que no se sabe qué es, pero que tan útiles nos resultan.

Pues, aunque nos parezcan unos míseros trozos blancos, mira los usos que tienen:

1. Funcionan como proyectiles entre los alumnos en los intercambios de clase.

2.  Los profesores las usan como dardos para despertar a los alumnos que se quedan dormidos en sus clases.

3. También estos trozos blancos más de una vez nos han salvado la vida, en esa clase aburrida. Con la excusa de que vamos a por una tiza nos saltamos más de la mitad de la clase, charlando con la gente que esta en los pasillos, yendo al baño, etc...

4. Y su más importante uso. Sirven para escribir en la pizarra las explicaciones. D. Francisco los famosos vectores, logaritmos, etc..., en este caso las tizas no le duran mucho por la intensidad con la que escribe con ellas. D. Jesús para explicar al gran genio de Popper, el idealismo, etc... Y sobre todo para dibujar sus fantásticos bocetos. D. Rafael para realizar sus famosísimas pizarras, explicando los experimentos de tecnología. Y como estos, muchos más.

En resumen, que aunque no le demos mucha importancia a estos trozos blancos, es un gran invento para la rutina del colegio.

Álvaro G.