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domingo, 31 de marzo de 2013

La muerte

La muerte:

La muerte. Es curioso cómo tanta gente la teme. Cuando pensamos en ella, nos ponemos nerviosos frente a lo desconocido, ninguna fórmula matemática cruza ese umbral, tenemos miedo a la oscuridad, a un no lugar del que no volveremos a salir, porque la muerte es un carril de única dirección. Sin embargo, me parece curioso cómo la gente puede llegar a odiarla. Yo, lo siento, pero no puedo odiar a la única justicia que no se corrompe. Pero entonces, ¿Por qué la gente la odia? En mi opinión, la odian porque al no saber lo que hay detrás, la ven como algo que les despoja de sus bienes, de su vida material. La odian porque creen que no hay nada, que lo que ven ahora mismo constituye una explicación de la libertad. Pero,¿Para qué existe entonces la libertad, si nuestro origen es el polvo, y al polvo iremos, con otros tantos seres irracionales?¿Si no hay nada, por qué elegir? Así pues, no debemos temerla, sino esperar, pues no sabemos qué hay detrás, pero algo hay. De este modo, vivamos mientras podamos, y una vida sin mal sembremos, para que al final, ningún mal recojamos.


¿Quién soy?

¿Quién soy?:

¿Yo? Imposible de decirlo por mí mismo con sólo 17 años de experiencia. Y como no puedo hablaros de lo desconocido, y lo cierto ya lo conocéis todos, hablaré de lo posible. Soy uno entre tantos, igual en privilegios a una mayoría que piensa que los tiene; como, ando, estudio,... Y todo para acabar encontrando un trabajo en el que por 40 años (si no más), estaré doblándome la espalda por conseguir papeles de colores con números escritos en ellos. Sin embargo, lo haré por amor, amor a un fin, amor a que aún puedo cambiar algo, amor a que sólo basta una idea para cambiar el mundo.

Soy alguien con un presente, que condiciona algo que no existe, y que debería aprender de lo que ha existido, y aunque podáis pensar que esto nos determina de cierto modo, únicamente nos alecciona, pues los errores se repiten, una y otra vez. De este modo, "pan y circo" para el pueblo, y la ilusión de sentirse representado, pues da igual el imperio, la tiranía o la "democracia", el poder siempre estará en manos de hombres con exceso de poder y equivocadas ambiciones. ¿Quién soy? Soy alguien que cree que las ideas son a prueba de balas, que un engaño es más cierto que la verdad si es creído por la mayoría, pero también soy alguien que piensa que los engaños no son eternos, y que el guión de este teatro corrupto tiene lagunas y fallos, por los cuales no la masa, sino el conjunto de personas, pregunta. Soy uno que piensa que la verdad muchas veces se transforma de derecho a bien de comercio.

La pregunta ahora es, ¿Soy yo esta persona que quiero ser, o soy como alguien ha querido que yo sea? En definitiva, ¿Soy un estereotipo social que tiene fases, pero que convierte a las personas en masa? ¿O en verdad las decisiones que moldean nuestro ser son nuestras?

Detalles

Detalles:

Esta entrada va dedicada a los detalles de la vida. Sí, a esos que nos hacen la vida no más fácil, pero sí más entretenida. Por una parte tenemos a los detalles más infames que podamos encontrar, como ese signo que nos destroza el examen de mates, o ese instante en que vemos nuestro bus pasar por delante de nuestras narices, o ese otro momento que nos damos cuenta de una amistosa falta de ortografía. Por otro lado, tenemos a los detalles que nos alegran el día, como encontrarnos 5€ en el bolsillo del pantalón, o conseguir algo gratis, o encontrar un baño en el último segundo. En definitiva, son detalles que pueden parecer no tener importancia, y muchos de ellos no la tienen, pero gracias a ellos la vida no es tan aburrida, sino que le dan matices que nos colorean la rutina. Y muchas veces para bien, pues aunque los que nos ocurran sean malos, siempre debemos ver el lado positivo de las cosas. Más aún, seguramente podamos encontrar (si buscamos, aunque no necesariamente mucho), que nos rodean más buenos momentos que malos.


sábado, 30 de marzo de 2013

Volar

Volar:

¿Quién no ha soñado alguna vez en su vida con volar? Una u otra vez recorremos en nuestra imaginación playas desiertas, montañas nevadas y ciudades futuristas a vista de pájaro. Sin embargo, este deseo tan a menudo usado en cómics, películas y libros es en realidad una faceta de una de las aspiraciones más altas del hombre, que es la libertad. Pero no una libertad cualquiera, sino la libertad absoluta; y así, nuestro deseo de obrar a nuestro antojo se visualiza en la posibilidad de recorrer el mundo sin ninguna clase de ataduras, ora volando por parajes desiertos, ora asentándonos en ruidosas urbes.

Sin embargo, no debemos dejarnos embriagar en exceso por este suculento imposible (por ahora...), pues podría ocurrirnos, que pudiendo pensar que podemos obrar a nuestro antojo en cualquier momento (no niego que esto no sea posible), pensemos que estamos por encima de los demás, lo cual no es cierto, y lleguemos a realizar acciones que no tengan en cuenta la dignidad humana, y deteriorándose la propia humanidad, nuestra esencia, debido a esas acciones indiscutiblemente inhumanas. Por consiguiente, volemos, pero volemos juntos, conscientes de las personas que vuelan con nosotros. Y si esas personas se tambalean, ayudémoslas, pues llegará el día en que nosotros necesitemos su ayuda.

martes, 19 de marzo de 2013

Videojuegos.

Videojuegos.:

He aquí algo que a la gran mayoría de chavales jóvenes nos encantan. Pero pensándolo bien ¿Acaso podía ser de otra manera? Un videojuego nos ofrece la posibilidad de ser personas completamente distintas a las que somos, viviendo (o más bien, sobreviviendo) a aventuras tan variadas, y a algunos viajes tan extravagantes, que nuestra imaginación jamás habría llegado a concebir ni en sus más estrambóticas divagaciones. De este modo, saltamos de puentes en llamas, quemamos rueda por carreteras desiertas en ciudades surrealistas, y salvamos un par de veces el mundo antes de irnos a cenar, para no aburrirnos. Así, y por una cantidad sin duda lucrativa para algunas personas (la cantidad de dinero que ha generado y movido esta nueva industria es inconmensurable), usted podrá ser un asesino de élite, un mercenario, o un consumado jugador de fútbol. Así pues, usted coge este producto, se lo entrega a un niño que su máxima aventura es marcar un gol en el recreo de después de comer, y acaba de crear un negocio redondo.

Sin embargo, y como todo en esta vida, tienen un problema. Y es que muchas veces perdemos de vista la realidad, y el límite entre videojuego y vida se vuelve difuso, acabando por tener como fin supremo y absoluto pasarme este nivel en dificultad "Chuck Norris", o comprarme este videojuego al segundo de su salida a la venta, o equipar a la perfección a mi elfo paladín de nivel 90. De esta manera, familia, estudios, amigos, e incluso la propia persona quedan relegados a un segundo plano muy secundario. En conclusión, sería interesante hacer caso a las recomendaciones de los juegos de no jugar 25 horas al día seguidas, o tomarse descansos cada hora, y hacer algo más productivo que incrementar tu ego salvando por decimotercera vez al mundo.

viernes, 15 de marzo de 2013

Cadenas

Cadenas:

"¡Debemos mirar al futuro!". Cuántas veces habremos oído esa frase o parecidas, que muchas veces nos sacaba de estados de depresión en los que nos veíamos inmersos tras una mala racha, o después de que las cosas no salieran del todo bien, aún tras llevar mucho tiempo preparándolas. Y os puedo asegurar que razón no le falta a esta frase, pues estancarse en un pasado que no podemos cambiar es la peor de las elecciones posibles, pues pasa el presente sobre el cual sí que podemos actuar.

Sin embargo, aunque un preso intente mirar al futuro, lo verá a través de los barrotes de su pasado, ya que nuestras acciones configuran el futuro, dejando unos futuros disponibles, y descartando otros. Por tanto, os animo a luchar por cada segundo del presente, pues son las cadenas del pasado del mañana.

Puertas

Puertas:

Hoy, al salir de casa, he cogido mi llave, para poder entrar de nuevo. Pero esta llave, aunque físicamente sólo abra una puerta, en realidad abre mucho más. Me abre la entrada a un techo, agua corriente, calefacción, una cama ... Pero no sólo eso, sino que me abre la puerta a un lugar donde cada uno es parte de ese mismo lugar. Por el simple hecho de atravesar una puerta, cambiamos, pues igual que nosotros dejamos nuestra "esencia" en ese lugar, ese lugar puede que no nos cambie (igual que nosotros no cambiamos un lugar sólo por entrar en él), pero habrá algo que nos llame la atención, algo que provocará algo inaudito en estos tiempos, y es que a lo mejor nos paramos a reflexionar sobre esa cosa.


Y lo mejor de todo esto es que las mejores puertas a atravesar muchas veces no necesitan de llaves ni marcos, pues cada oportunidad, cada persona, cada experiencia, es una puerta única e irrepetible; y muchas veces, cada puerta es la "llave" a más puertas. Y con cada puerta, cambiaremos. Habrá puertas que nos cambien mucho, y otras que nos dejarán prácticamente igual que cuando entramos. Pero eso es lo bonito de nuestras vidas, que es un dinamismo y un cambio constante, pues nunca dejamos de conocer y atravesar nuevas puertas.

domingo, 10 de marzo de 2013

Todos los caminos llevan a Roma

Todos los caminos llevan a Roma:

Pero, ¿es a Roma adonde todos queremos llegar? Yo, por el momento, no, y estoy seguro que la Nacional VI no me va a llevar a Roma, sino más bien a la ciudad de A Coruña. Y la verdad es que hoy en día hay muchos caminos disponibles para todo el mundo, en opinión de algunos demasiados. Ahora bien, me pregunto yo, ¿es eso realmente malo?

Obviamente, no se trata de ir por la vida sin un fin o una meta lo suficientemente definida a largo plazo, pero muchas veces nos olvidamos de que tan importante es alcanzar esa meta como prestar atención al camino y vivirlo. Pues, ¿De qué sirve llegar al destino si desde que empezamos nuestra travesía cogemos cualquier camino sin detenernos a pensar en las consecuencias de tomarlo, no solo en nosotros, sino en los que nos rodean? Entonces el ser humano corre el peligro de ir degradándose poco a poco, y cuando por fin alcanza su meta, se siente vacío, pues vive el sueño de otra persona, la cual es la que habitaba en ese mismo cuerpo al principio.

Por lo tanto, de nada sirve recorrer el camino sin fijarse en él, pues nos perderemos lo interesante de la vida, lo cual es toda su variedad, los recodos del camino, las vistas, los paisajes, su gente. Obviamente, hay demasiados caminos para recorrer en una vida, y muchas veces deberemos elegir un camino en detrimento de otros, pero para ayudarnos a elegir está precisamente nuestra meta, y la persona que queramos ser a lo largo del camino nos ayudará a recorrerlos. Así pues, os animo a no quedaros quietos, seguid caminando, y si no os convence un camino, elegid otro, pues al final de los caminos, no podréis elegir otro. Sin embargo, cuidado, pues hay caminos aparentemente en buen estado, pero en realidad están destartalados, y provocarán que andéis en círculos durante mucho tiempo; y aunque parezca que todo está perdido, siempre es posible rectificar el camino.

La Montaña

La Montaña:

La vida es como una Montaña. Sí, Montaña con mayúsculas ¿Qué por qué? Pues porque esta Montaña es la más inexpugnable, ardua, y brutal que vamos a encontrar jamás. Y, sin embargo, el éxito que obtendremos si llegamos a coronarla será difícilmente superable. No os engañéis, la Montaña, llegado el momento, os arrojará sus ventiscas más gélidas, os verá envuelto en sus aludes, os lanzará a la más profunda grieta, o conseguirá que perdáis el rumbo y que nunca más lleguéis a ninguna parte. Pocos serán los momentos de descanso, pues uno no debe descuidarse, pero valdrán la pena. El resto de esta entrada son dos consejos para todo aquel que decida llegar a lo más alto de esta colosal "prueba de la naturaleza". A todos aquellos que vayan a coronarla, me gustaría darles unos consejos.

El primero de ellos es el siguiente: consíguete un buen material y un buen equipo. Un buen material incluye una ruta de ascenso, y el material necesario para esa ascensión; pues alguien que planea llegar a la cima no debe usar el mismo equipo que alguien que sólo va a subir unos metros desde la base. Te recomiendo ser un experto en algo, y tener unos ideales claros; de esta manera, siempre habrá una ruta posible. Una cosa sobre la ruta, escojas cual escojas: no debes andar grandes distancias unos días, y quedarte quieto unos meses, pues correa el peligro de desfallecer en cualquiera de esos días y precipitarte al vacío. Mucho mejor ir poco a poco, y asegurando terreno.

El segundo consejo es más sencillo y a la vez más complicado, consiste en que te busques tres o cuatro locos más que estén dispuestos a subir a tú mismo destino. De esta manera, cuando te fallen los ánimos, las fuerzas o te resbales en un punto peligroso, siempre tengas alguien en quien confiar. Esto puede parecer sencillo, puesto que hay mucha gente en el mundo, y todos acabaremos subiendo la Montaña. El problema es que cuanto a más altura esté tu meta, menos gente está dispuesta a llegar adonde tú quieras llegar. Personas que queramos llegar a la cima ya sólo quedamos un par de locos, y cada vez menos. Creo que es porque la gente cada vez quiere hacer menos esfuerzo, y se contenta con asentarse cada vez más abajo, por lo que tienen que subir menos. A esas personas me gustaría decirles que si igual a mí cuando estoy subiendo me cae una bola de nieve, o una piedrecita, a ustedes es muy probable que les caiga un alud.

Resumiendo, a los locos que quieran subir hasta que el alma les falle, les deseo fuerza, honor, y otros tres locos. A los otros, suerte con el alud.

martes, 19 de febrero de 2013

¡El producto que cambiará sus vidas!

¡El producto que cambiará sus vidas!:

¡Señoras y señores, niños y niñas! ¡Tengo el placer de presentarles el producto que cambiará sus vidas!¡Es único! ¡Es irrepetible! ¡Es asombroso! ¡Después de probar este producto nada volverá a ser lo mismo! ¡Todo lo que conocen está a punto de cambiar gracias a este novedoso producto! ¡Todo sufrirá las consecuencias de este genial y sublime producto! ¡Y sin más dilación, les anuncio este increíble e insuperable artículo: el Pensar!

¡Y seguramente se pregunten ustedes "¿Y para qué sirve esto?" ¡Justo ahí radica el quid del asunto señores! ¡Este soberbio producto sirve (agárrense fuerte a algo), para absolutamente todo! ¡Como lo oyen! ¡Dedicando el suficiente tiempo a este producto, el consumidor se beneficiará inmediatamente de sus más que benignos efectos entre los que se incluyen la solución de todos sus problemas, la apertura intelectual y social a otras culturas; así como cambios para bien en su manera de afrontar la vida! ¡Y esto es sólo el principio, experimentará tanto bien como alcance su imaginación!

No me equivocaré si ustedes se encuentran sacando sus ahorros de debajo de la cama o vaciando todos sus monederos y carteras. Créanme si les digo que esos actos son del todo innecesarios. Se preguntarán entonces ustedes "¿ Cómo podremos conseguir entonces tal necesario y magno producto, y, más importante, cuánto nos costará?".
¡Nada más sencillo, buena gente! Si aprovecha ahora nuestra oferta, toma asiento y empieza a buscar las soluciones de sus problemas, recibirá este genuino producto al instante y totalmente GRATIS! ¡Sí, ha oído bien! ¡GRATIS! ¡No acepte imitaciones ni pensares de otros! ¡Obtenga ahora mismo el único y genuino pensar!


Posibles efectos secundarios: destrucción de tiranías, tomas de conciencia de sí mismo y de la sociedad, fin de dictaduras, preguntas incómodas, movimientos intelectuales, mantener alejado de todo humano no controlado. Gran peligro de revoluciones, derrocamientos y sublevaciones.

viernes, 8 de febrero de 2013

Apocalipsis Zombi

Apocalipsis Zombi:

He aquí un tema que está cobrando importancia en la cultura del hombre moderno: los zombis. No hace falta remitir el constante número en incremento, no sólo de referencias, sino de auténticas tramas exitosas que tienen a estos seres como protagonistas. Ahora bien, los zombis se diferencian de todos sus congéneres de ficción en una cosa, y es que su imagen está bastante definida. Por ejemplo, mientras los robots aparecen con toda forma que alcance la imaginación, todo zombi deberá presentar tres características: aspecto andrajoso, movimiento balanceado, y un único objetivo ( alimentarse y, en el proceso, infectar a seres humanos para formar más amigos).

Ahora bien, es sorprendente como una inmensa cantidad de gente no los teme, ni los posee respeto, sino que parecen estar deseando que ocurra un "apocalipsis zombi". No es el hecho de su vana esperanza de pertenecer al irreductible grupo de supervivientes lo que me hace gracia; sino el hecho de cómo reacciona el hombre (o la sociedad, o los que manejan los hilos) a fin de encubrirse a sí mismo que este podría ser perfectamente el presente del día a día.

En efecto, le agradecería al lector si dedicase un momento a comparar, y pensar, si existe alguna diferencia entre un zombi y una "persona" (o zombi en potencia) de aspecto trajeado, andar apesadumbrado, y con un único objetivo en mente que ocupa sus pensamientos (trabajar para ganar dinero para poder comprar esto, pagar la hipoteca, devolver el préstamo, etc.).

lunes, 28 de enero de 2013

Réquiem por un sueño

Réquiem por un sueño:

¿Por qué este título?¿Se me fue la pinza, o simplemente me aburría? Yo diría que al contrario. Empecemos por el final. Los sueños. Pocas cosas hay que nos gusten más y que nos cuesten tan poco. Pero hay más que eso, es nuestra vía de escape de este mundo agobiante y muchas veces opresivo. En mi opinión, los sueños son el motor de este mundo. Por supuesto que estos sueños vienen motivados por necesidades, pero, sinceramente, yo no sueño con conseguir dos o veinte euros, sueño con conseguir millones de euros. El hombre está hecho para ser grande, y de esa predisposición y de nuestras necesidades, surgen los sueños.


Pasemos ahora a la primera parte, el réquiem. En primer lugar, me gustaría afirmar que la sociedad se basa en el consumo masivo de bienes que muchas veces no necesitamos, o de bienes que sí necesitamos pero que están diseñados para que se inutilicen demasiado pronto (obsolescencia programada). Bien, es esta misma sociedad la que, en mi opinión, sustituye, o tapa, nuestros sueños, nuestras aspiraciones, por otras que no son las nuestras, que no necesitamos ni queremos, pero creemos que sí. De esta manera, la sociedad se asegura un consumo constante, y unos consumidores que aspiran a los nuevos productos. Debido a eso, la gente obtiene trabajos que muchas veces no les gustan, pero que necesitan para obtener dinero y poder seguir consumiendo.


Por esto elegí este título, porque los sueños de muchas personas mueren o se hunden, y se llevan la vida de esas personas con ellos, dejando individuos cuyo fin es consumir para provecho de una sociedad que se sostiene en  la perdida de esos sueños. Por ellos y por esas personas entono un réquiem.

Pero llegará el momento en el cual los sueños serán tantos y tan intensos que la sociedad no podrá taparlos. Y la verdad es que siempre estuvieron ahí. Así pues, yo te animo a seguir soñando. Que nadie te quite tus sueños, y una vez los tengas, no los abandones, lucha por ellos.