¿Por qué este título?¿Se me fue la pinza, o simplemente me aburría? Yo diría que al contrario. Empecemos por el final. Los sueños. Pocas cosas hay que nos gusten más y que nos cuesten tan poco. Pero hay más que eso, es nuestra vía de escape de este mundo agobiante y muchas veces opresivo. En mi opinión, los sueños son el motor de este mundo. Por supuesto que estos sueños vienen motivados por necesidades, pero, sinceramente, yo no sueño con conseguir dos o veinte euros, sueño con conseguir millones de euros. El hombre está hecho para ser grande, y de esa predisposición y de nuestras necesidades, surgen los sueños.
Pasemos ahora a la primera parte, el réquiem. En primer lugar, me gustaría afirmar que la sociedad se basa en el consumo masivo de bienes que muchas veces no necesitamos, o de bienes que sí necesitamos pero que están diseñados para que se inutilicen demasiado pronto (obsolescencia programada). Bien, es esta misma sociedad la que, en mi opinión, sustituye, o tapa, nuestros sueños, nuestras aspiraciones, por otras que no son las nuestras, que no necesitamos ni queremos, pero creemos que sí. De esta manera, la sociedad se asegura un consumo constante, y unos consumidores que aspiran a los nuevos productos. Debido a eso, la gente obtiene trabajos que muchas veces no les gustan, pero que necesitan para obtener dinero y poder seguir consumiendo.
Por esto elegí este título, porque los sueños de muchas personas mueren o se hunden, y se llevan la vida de esas personas con ellos, dejando individuos cuyo fin es consumir para provecho de una sociedad que se sostiene en la perdida de esos sueños. Por ellos y por esas personas entono un réquiem.
Pero llegará el momento en el cual los sueños serán tantos y tan intensos que la sociedad no podrá taparlos. Y la verdad es que siempre estuvieron ahí. Así pues, yo te animo a seguir soñando. Que nadie te quite tus sueños, y una vez los tengas, no los abandones, lucha por ellos.
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