sábado, 30 de marzo de 2013

Una sociedad acomplejada

Una sociedad acomplejada:

La idea de escribir esta entrada me vino el fin de semana pasado, al ir a recoger a mi hermana de ocho años a una fiesta. A esta fiesta no la invitó ninguna amiga suya, sino que tuvo que ir obligada por mis padres, ya que era la fiesta de la hija de unos amigos suyos. Fue a esa fiesta sola, no conocía a nadie. Cuando fui a buscarla, nada más entrar por la puerta me la encontré corriendo por la casa y riéndose con otra tres niñas que no había visto en mi vida. Esto es lo que habría pasado si un chico de entre 16 ó 20 años hubiese ido a la misma fiesta. Al llegar a la casa verás a un montón de niños y niñas de tu edad hablando y riéndose. En vez de lanzarte y hablar con ellos te quedarás un rato pensando si les gusta la ropa que llevas, si les gusta tu pelo o si les pareces raro.

Lo que intento explicar con este ejemplo es que la sociedad vive rodeada de complejos. Parece que lo más importante es tener la ropa más cara, el mejor coche o la casa más grande. Si llevas a tu hija o a tu hermano pequeño al parque verás que se pondrá a jugar con el resto de niños sin importarle el color, la raza, la nacionalidad o el dinero que tenga.

Durante los 16 años de mi vida me he dado cuenta de que me he convertido en una de estas personas. Por mucho dinero que tengamos o por muy bueno que sea tu coche, no seremos del todo felices si no pensamos como los niños.



Rodrigo S.

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