jueves, 28 de febrero de 2013

Érase un corte de pelo...

Érase un corte de pelo...:

Ha llegado el día. Tu tutor te ha llamado para que te acerques a su mesa en lectura-misa y te ha dicho que tienes el pelo excesivamente largo y que te lo tienes que cortar. El alumno al oír esto va a intentar posponer lo máximo que pueda el corte de pelo. Su tutor le recordará cada día que se tiene que cortar el pelo pero el alumno se hará el sueco. Cuando hayan pasado unos 7 días desde que al alumno le mandaron cortarse el pelo, el tutor pondrá una fecha límite y le amenazará con mandarle a casa si no se lo corta. Como el alumno no encuentra ninguna escapatoria, procede a cortarse el pelo.

El día siguiente al corte de pelo es el peor de todos. Cuando llegas a clase tus compañeros realizan comentarios sobre tu corte de pelo como "que feo estás" o "que mal te queda"y, en mi opinión, el peor de todos "tío, estas calvo". Cuando piensas que lo peor ya ha pasado, de repente recibes un golpe en la nuca que te deja grogui durante un par de segundos. La  colleja es un golpe que se realiza sobre la nuca con la mano abierta cuando alguien se corta el pelo. Las collejas que más duelen son las dos primeras. A partir de la segunda colleja tu nuca se vuelve indolora. El alumno que se corta el pelo las irá recibiendo a lo largo del día.

Al acabar el día, el alumno se irá feliz a casa ya que sabe que hasta dentro de un par de meses no tendrá que cortarse el pelo.

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