miércoles, 27 de marzo de 2013

Los desentendidos

Los desentendidos:


Estamos todos extasiados, asombrados y/o perplejos por lo que está pasando día a día en este país, generándose entre la masa un cierto sentimiento de solidaridad, apoyo, acompañamiento o como se le quiera llamar hacia las personas rebeldes, hacia su rebeldía sobre el “sistema”. Pasado un primer momento de este descrito sentimiento, se impone, para quienes aún piensan (escaso porcentaje), un mínimo análisis de los acontecimientos. Cierto es que la inmensa mayoría de españoles (de todas las regiones) estamos muy pero que muy hartos de la clase política por cuanto que llevan años discutiendo y enfrentándose por cuestiones que no so del interés general.





 Llevamos años en donde el argumento principal de unos y otros es la “corrupción”, sin que nadie dimita, cese o parecido. No cabe duda que la llamada “clase política” se aferra a su posición. Pasado esta análisis, breve y escaso, sin duda, y con posibilidades de añadirle mil cuestiones más, podemos intentar “escuchar” lo que las concentraciones vindican, piden, exigen y pese a que la ya mencionada clase política cobardemente se manifiestan en gran parte a su favor, lo cierto es que … no tienen razón. Sólo exigen; sólo piden una vida fácil (casa para todos, escuela para todos,… todo para todos) sin el menor atisbo de libertad, de pedir un serio y responsable ejercicio de la libertad de cada uno de nosotros… de forma responsable. Son fruto, indudablemente, de las actuales generaciones de jóvenes que nunca han tenido que esforzarse, que se les ha dado todo hecho. Las generaciones que nos han precedido han tenido que luchar para conseguir sus objetivos en la vida. En cambio la actual generación de jóvenes pretende que se les de todo ya hecho, sin tener que mover un dedo. Se revuelven contra el fin de esa vida regalada que han tenido hasta ahora, se niegan a mirarse en el espejo y preguntarse qué son, por qué han llegado a donde están, y, lo más importante, qué han hecho ellos al respecto… para darse cuenta que no han hecho nada por sí mismos (sólo pensarlo les debe dar vértigo) y ningún político se lo va a decir. Lástima, la falta de un liderazgo real, por alguien que les supiese abrir los ojos, les hará seguir deambulando por las calles, buscando la subvención, el todo es gratis…y estarán irremediablemente perdidos.





Rosendo Ll.

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