domingo, 17 de febrero de 2013

Un domingo cualquiera

Un domingo cualquiera:

               Y entonces te despiertas. Te das cuenta de que no tienes que ir al colegio, y eso debería hacerte feliz, pero no, mañana es lunes y entonces comienza la depresión. Sobre todo cuando te das cuenta de que todavía no has empezado los deberes, ni siquiera a preparar el examen acumulativo. La mente se te comienza a llenar de pensamientos negativos y todo va a peor.  


                 Encima como te has levantado tarde no tienes tiempo para nada, comes y te pones a ver la tele, pero solo ponen unas películas horribles (como las de antena 3 que parecen haber sido compradas en gasolineras) y por eso viene la siesta (algo esencial).


              Cuando te despiertas ya no te queda nada, el lunes se acerca rápidamente y estás aburrido como una ostra. Pero no, todavía te quedan montañas de deberes que no has podido hacer ni el viernes, que desde que don Alfonso Hervás dijo que no se trabajaba ese día nadie lo hace (aunque antes tampoco lo hacíamos) ni el sábado.




            Es el día que más libertad tenemos de la semana, y sin embargo uno de los más aburridos ¿Por qué? Quizás porque no planeamos nada, dejamos simplemente pasar el día sin hacer nada, tirados en el sofá y quejándonos de lo malo que es tal jugador, o de la FIA que SIEMPRE va en contra de Alonso, la cosa es maldecir.

           Y sí, eso es así en la mayoría de los casos, pero ¿Va a cambiar? No, somos así por naturaleza.






                                                                                                                          Carlos M.

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