¿De qué sirve lamentarse por los errores del pasado o preocuparse por los problemas que puedan surgir en un futuro? Lo importante es el presente, es absurdo perder el tiempo con cosas que ya no puedes cambiar o cosas que incluso puede que nunca lleguen a suceder. Vive tus días como si cada uno de ellos fuera el último "hoy" y aprovecha al máximo el mejor regalo que has podido recibir: la vida.

Hay sólo dos días en los que ya no se puede hacer nada, uno se llama "ayer" y el otro"mañana", por lo tanto hoy es el día ideal para vivir. Para ser grande no hace falta ser extraordinario, sino hacer las cosas ordinarias extraordinariamente bien. A la grandeza se llega cuidando los pequeños detalles. Aprovecha el tiempo que se te ha dado y disfruta de la vida.
Rafael I.
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