Ahora que me queda poco para terminar mi blog, he decidido contaros mi experiencia.
Un día cualquiera en clase de Filosofía, nuestro profesor llegó con la brillante idea de hacernos escribir un blog. No obstante, la idea no fue muy bien acogida entre los alumnos. En parte se debe a que teníamos que escribir doce entradas en un tiempo relativamente pequeño, alrededor de tres semanas. Otra razón era que los alumnos alegaban ser poco creativos, por lo que no conseguirían cumplir el plazo. Pero de lo que no nos dimos cuenta fue de que precisamente por eso teníamos que escribir el blog, para mejorar capacidades como la creatividad.
Ahora que ya he vivido la experiencia, os puedo decir que es una experiencia muy productiva. Esto se debe a que mejoras en muchos aspectos. En mi opinión, la cualidad que más se mejora es la creatividad, ya que terminas por encontrar la inspiración hasta en una simple lata de Coca-cola. Otro aspecto que se mejora bastante, es la forma de organizar el texto según las ideas que quieras transmitir. Pero claramente la mejora más útil es la de tu capacidad expresiva, ya que es la causante de no sacar la nota que esperas en los exámenes de Filosofía.
En mi opinión, es una actividad que todo el mundo debería experimentar.
Ignacio. R
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