En el mundo existen grandes premios. Dos de los más importantes son: para el fútbol, los Balones de Oro; y para la música, los Grammy. Estos premios son concedidos a las personas que superan a los demás en lo que hacen, porque no hay nadie mejor que ellos y se lo merecen más que cualquiera de sus competidores. ¿Pero es esto realmente así? Yo creo que no.
En cuanto a los Balones de Oro en mi opinión Messi no se merecía ganar esos cuatro Balones de Oro seguidos, no niego que sea muy bueno, lo que niego es que haya sido el mejor cuatro años seguidos, a lo mejor uno o dos de esos cuatro años, pero no todos. Sobre todo el grandioso año en que ganamos el mundial, los tres finalistas eran Messi, Andrés Iniesta y Xavi Hernández, los tres del Barça, siendo Xavi e Iniesta (además de campeones del mundo), en su equipo el cerebro, y Messi la pierna que solo se movía gracias al cerebro. Este año Messi no fue el mejor, eso os lo aseguro.
Y los Grammy me ponen de los nervios, el solo hecho de pensar que el individuo de la foto de la izquierda consiguió uno ya me enerva mucho, pero lo que ya es el colmo son los grupos y artistas históricos que nunca consiguieron uno. Algunos ejemplos son: Bob Marley; Janis Joplin; The Beach Boys; The Who; The Doors; Queen; Led Zeppelin... Y todos estos dan mil vueltas al individuo de la izquierda. Si los que conceden este premio hicieran lo que dicen que hacen, es decir, concedérselo a los mejores, estos grupos que he mencionado habrían obtenido unos cuantos y éste de la izquierda ninguno.
Espero que esta entrada os haya convencido de que no hay que confiar en casi ningún gran premio, porque siempre eligen no al mejor, como dicen que hacen, sino al más comercial, ya que el mundo se mueve por el dinero, y siempre van a elegir al que más facil y rápido se lo consiga.
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