Tu vecino es esa persona, que vive al lado tuyo, en tu misma zona, urbanización. Con tu vecino te puedes llevar muy bien, bien, normal o mal. Por ello existen cinco tipos de relaciones sociales, que puedes tener con ellos.
La primera es la más simple, es cuando sientes indiferencia de él. Son los míticos cruces de miradas, cuando sales de tu casa y te lo cruzas, el hola y adiós.
La segunda es cuando tu vecino no te cae ni bien, ni mal. En este caso es cuando no tienes interés alguno de establecer una relación de amistad con él. En este tipo de amistad es cuando surgen las conversaciones pasajeras tipo: "a ver si cambia ya el tiempo" o "que buen partido el de anoche"
La tercera es que te llevas bien con tu vecino, que es cuando se hacen favores mutuamente (de ahí que se lleven bien). Los típicos favores de: me voy a ir unos días de viaje, cógeme el correo o no me queda azúcar, ¿me dejas un poco?
El cuarto tipo es que te llevas muy bien (porque sois amigos de siempre). Este tipo de relación es la mejor, ya que los favores no tienen que ser devueltos, son por pura amistad. En este caso surgen los favores de: me dejas los deberes que se me ha olvidado el libro o cuídame al perro mientras estoy fuera unos días.
El último tipo es el peor, es cuando os lleváis mal de siempre. Cuando le ves te pones de mal humor, y te murmura que no dejes otra vez el coche mal aparcado o que la próxima vez que hagas ruido, llamará a la policía.
Con tus vecinos te vas a estar cruzando frecuentemente, así que mejor llevarse bien, e intentar establecer alguna relación de amistad con ellos. Porque quieras o no, forman una parte de tu vida.
Enrique P.
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