miércoles, 6 de febrero de 2013

Asignaturas Estúpidas

Asignaturas Estúpidas:



Seguro que alguna vez hemos creído que había asignaturas que simplemente no tienen sentido. Voy a poner una serie de ejemplos que ocurren frecuentemente:

1. Lengua: ¿Para qué me va a servir la sintaxis en el futuro? Nadie, ni en una carrera de ingeniero, de economista o de lo que sea, me va a pedir que le encuentre el complemento directo de una oración.


2. Matemáticas: Son difíciles, y ¿para qué sirven? Entiendo aquello de aprender a sumar, a restar, a multiplicar y a dividir, incluso aprender las potencias y las funciones. Pero ¿de qué le sirve a un economista, por no decir a un abogado, hallar la cosecante de un ángulo? ¿Y la cotangente? ¿Y resolver ecuaciones de números imaginarios? si al menos existiesen esos números, bueno, ¡pero es que son imaginarios! ¡No existen!

3. Filosofía: ¿De qué me sirve saber si estamos en un mundo real o si estamos en Matrix? ¿O saber si el perro de mi profesor tiene sentimientos?

4. Geografía: Dudo de que algún día me sea útil saber qué tipos y técnicas de cultivo se usan en África, o dónde está el estrecho de Bering, o saber el nombre de una montaña de Asia, o saber las regiones de mi continente, etc.

5. Música:  ¿Realmente me servirá saber lo que es una semicorchea?

No nos damos cuenta, pero a muy poca gente le interesa alguna de estas asignaturas. Y si a alguien le atrae alguna de éstas, la gente le va a mirar raro. Esto es debido a que todos somos unos utilitaristas. Si algo no es útil, no nos agrada. Historia, Matemáticas, Música, Filología, Física y Filosofía son asignaturas que son muy teóricas, y es muy difícil aplicarlas a la realidad. Son asignaturas que la gente estudia por placer, no por deber.


Me acuerdo de una clase de matemáticas en la que nuestro profesor nos enseñó esta fórmula:1+ e^(pi*i) = 0. Un alumno le preguntó: "¿Y esto para qué sirve?", a lo que el profesor le respondió "Para nada, pero es bonita". Creo que hoy en día hemos perdido ese deseo de conocer el porqué de las cosas. Estoy seguro de que ni la mitad de la clase apuntó la demostración. Al fin y al cabo, no servía para nada. Dudo de que ninguno de esa clase estudie alguna de estas "carreras abstractas" (Historia, Matemáticas, Filología, Física y Filosofía). A la gente le gusta aplicar las cosas, por eso estudian ingeniería o economía. Sin embargo, no nos damos cuenta de que ninguna de esas carreras sería posible sin las carreras abstractas. Cada vez menos gente se dedica a estas carreras. Opino que actualmente se ha perdido el gusto por el estudio, y dudo de que esto sea bueno para la sociedad.
En su discurso tras recibir el premio Nobel, Mario Vargas Llosa nos dice que es fácil ver un río y poner un palo largo, de modo que haga de puente. Los problemas nos los encontramos día a día, y por eso es fácil encontrar soluciones. Los problemas siempre están ahí. Un perro también consigue ingeniárselas para superar un obstáculo. Si está encerrado, busca la forma de escapar. Si le escondes la comida, la huele y la encuentra. Sin embargo, lo que nos diferencia enormemente de los animales es, por ejemplo, la capacidad de inventar una historia, de escribir poemas, de investigar el porqué de las cosas. No podemos conformarnos con saber utilizar las cosas.

Yo creo que el estudio es como el comer: Se debe hacer por gusto, no por deber. Si se hace por gusto, la comida (o el estudio) se disfruta, se convierte en algo que nos atrae. Si se hace por deber, se pierde todo lo bueno de la comida (o del estudio), y se convierte en algo necesario para vivir, que se realiza sin gusto, con desgana, como si fuese una carga.

"Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber." Albert Einstein

Borja O

No hay comentarios:

Publicar un comentario